Editorial #7

Imagen: Sacchi, J. (2015). Museo Meseta al cubo. Balsa Las Perlas, Río Negro, Argentina. Registros de participantes publicados en la página de Facebook del evento.

Nota editorial #7: Cartografías, memorias y territorios

Carolina Cismondi, Sofía Menoyo, Marcela Yaya
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Este número surge de la necesidad de recuperar las artes situadas que asumen su tiempo y espacio como coordenadas de un hacer y un pensar singular. Si a finales del siglo pasado las artes y las ciencias debían encajar en paradigmas generales de conocimiento, el milenio de la posverdad nos enfrenta a la irremediable necesidad de asumir nuestro punto de vista para dar sentido a nuestros discursos. 

Con este objetivo, abrimos la convocatoria a pensar cómo se vinculan las prácticas artísticas con su entorno, invitando a observar procesos de trabajo y creación habitados por espacios, tiempos, texturas, cuerpxs, momentos históricos, relaciones culturales, modos sociales. De esta manera, las diferentes experiencias, prácticas, acciones y reflexiones que recoge esta publicación dan cuenta del amplio repertorio en que ese vínculo con lo que nos habita y habitamos se sucede. Intervenir un monumento público, resignificar con la presencia corporal un lugar, reescribir la memoria social, dibujar nuevos mapas, rediseñar los paisajes típicos, construir un archivo de los olvidos, registrar los invisibles del tiempo, todas estrategias y operaciones poéticas que nos acercan formas de ver, estar y entender el mundo. Percepciones afectivas y políticas que se vuelven trazo y material reflexivo para reconocer, reinterpretar, deconstruir y reconstruir nuestra vida en común.

En la sección REFLEXIONES compartimos quince artículos de investigadorxs de Argentina y España que aportan miradas situadas sobre casos artísticos recientes que interpelan el vínculo entre las memorias y los territorios. De este modo, la problemática del espacio público aparece movilizada en los artículos: “Interferencias Monumentales: activismos sobre figuras públicas” (Axat y Cisneros) y “La deconstrucción representativa del “paisaje”. Una apuesta biopolítica desde el artivismo serrano contemporáneo” (Estarellas). Una interpelación sensible de los espacios que habitamos circula en “Entretejer caminos y memorias. Acciones poéticas de Proyecto Hermosura en Cura Malal” (Rasic, Resch, Rosemberg, Suanno); “La meseta como paisaje. Emancipación sensible del territorio norpatagónico en la obra de Julieta Sacchi” (Cabrera); “¿Qué hacer? Mapa ensayo N° 1. Tejidos entre mapas, territorios y archivos” (Tamagnini) y “Tras las huellas del territorio: Reflexiones sobre Ferroviarios y Curapaligüe, memorias del desierto” (Curatitoli). La cartografía aparece como estrategia de vinculación en prácticas consideradas menores como en “Habitar con el circo. Prácticas espaciales y resonancias artísticas a partir de Rosario” (Godoy) y “Cartografía de un barrio que danza” (Casella). La memoria como construcción social y subjetiva aparece tensionada en “Cuerpo, territorio y memorias en Light years away de Edurne Rubio” (Delgado-Ureña Díez); “La construcción de memoria en la obra de Graciela Sacco y Marie Orensanz” (Bolcatto) y, particularmente en su despliegue narrativo e identitario, en “Memoria digital: Jams de Black Music de Buenos Aires. Trayectoria y particularidades del caso Afromama” (Vargas); “Interpelaciones de la memoria. Cómo se recuerda en museos, escuelas y juicios” (Saint Bonnet) y “El relato autobio(otro)gráfico” (Requena y Palavicini). Por último, el rol institucional en la construcción de memorias en las provincias es recuperado en “Archivo fotográfico y memoria visual: El caso de José La Vía en el ‘Museo Histórico de San Luis’” (González) y “Memorias de la cultura rock en las provincias argentinas” (Mayorá).

En la sección DOSSIER invitamos a publicar cinco artículos que ponen en juego la cartografía de diversas maneras permitiendo accionares teóricos que multiplican las formas posibles de habitar, representar y repensar los vínculos entre las prácticas artísticas, las memorias y los territorios. 

En el caso del rosarino Manuel Quaranta, nos invita a revisar la cartografía como aparato crítico para pensar la vasta y heterogénea obra del artista también rosarino Daniel García, permitiendo recorrer sus dibujos, pinturas, fotografías, textos donde explora las formas posibles e imposibles del cuerpo, de los cuerpos.

Desde La Plata y Buenos Aires, las investigadoras Malena Mazzitelli Mastricchio y Verónica Hollman acercan los límites entre los usos científicos y artísticos de los mapas como instrumentos para comprender el espacio como una construcción social. Así nos proponen analizar el dibujo cartográfico de la artista brasilera Anna Bella Geiger como procedimiento de revisión y ampliación de los modos de pensar Latinoamérica en su resignificación visual y geoespacial.

En un desplazamiento hacia España, nos encontramos con Eugenio y María Rivas quienes reflexionan desde la cartografía errática del deambular a pie, en la acción artística en el Barrio Los Asperones de Málaga. A partir de propuestas urbanísticas que señalan la necesidad de un trazado ecológico, solidario, próximo y participativo, su acción de sembrar a la deriva se desarrolla como una estrategia de cuidado y participación comunitaria que permite desordenar lo establecido y construir sentidos colectivos. 

Ya de vuelta en Buenos Aires, Lorena Verzero nos convida una propuesta cartográfica para re-mapear los vínculos entre prácticas teatrales en la última dictadura militar argentina, revisando la historiografía legitimada. La investigadora analiza testimonios de grupos de teatro de la resistencia y encuentra similitudes con el teatro considerado central en cuanto a la ocupación de las mismas zonas urbanas y en el uso de la metáfora como procedimiento estético que permite subvertir el control.

El último artículo de esta sección nos trae hasta la Córdoba de 2009, con motivo de un aniversario de la dictadura, cuando el colectivo Insurgentes realiza una intervención artística que, desde una mirada anacrónica, le permite pensar a María Victoria Dahbar la categoría de posmemoria. La investigadora cordobesa plantea aquí un ejercicio exploratorio tensionando la pregunta con lo actual y la relación afectiva con el pasado. 

En esta edición de DIÁLOGOS, nos propusimos nutrir el eje temático de la revista con las experiencias de artistas y colectivos que accionan en vínculo con sus territorios, motivadxs por la angustia de un mundo en destrucción. Por ello, invitamos a investigadorxs y artistas que provienen de campos disciplinares diversos: Pablo Méndez es artista visual y curador, María Mauvesin es teatrera de Les yuyeres y educadora popular, Andrea Cosacov es bióloga y militante de Arde Córdoba, y Sebastián Verea es compositor y artista multimedia.

El encuentro, realizado de manera virtual, parte de una invitación reflexiva sobre los diálogos y debates que aparecen en ese campo de relaciones, entre lo social y lo artístico, lo colectivo y lo singular. En esa tensión múltiple de la denuncia, la acción poética, la ficcionalización de mundos posibles y la reconstrucción social, sus prácticas artísticas tejen lazos sensibles con los conflictos socioambientales, que nos interpelan de manera urgente. El diálogo se despliega sobre poéticas alrededor de diferentes imaginarios del antropoceno —medida del tiempo para el destructivo paso de la humanidad por el planeta, y lxs dialogantes argumentan sobre las potencialidades del arte en el abordaje de los conflictos socioambientales. El intercambio abre a repensar un arte militante como generador de comunidades, como posibilidad de encuentro y escucha.

La sección INDETERMINACIÓN nos interpela particularmente en este contexto al pensar la producción artística en tiempos pandémicos. En esta oportunidad se presentaron artistas de variadas procedencias, aportando miradas sobre el eje propuesto, construyendo otros modos posibles de habitar el mundo, de hacer mundos, otros mundos que coexisten simultáneamente. 

Desde México Alejandro Dayan Saldívar Chávez con “(F)osario” muestra una serie de imágenes de violencia y las entierra en zonas georreferenciadas de la República Mexicana. La documentación fotográfica presenta el acto de enterrar en un paisaje desolado, testigo de pérdidas que no deben ser olvidadas. 

Dos artistas argentinos interaccionan con los paisajes que habitan: Martín Matus Lerner (Quilmes) presenta “Elemental. Poética musical de una montaña”, una intervención sonora realizada a partir de un sistema digital que captura en tiempo real parámetros ambientales y como resultado compone música electrónica. Las piezas musicales presentadas invitan a escuchar sonidos de la naturaleza y a atender a su producción performática, activando la memoria sonora de una experiencia. Por su parte, Gustavo Cabrera (Río Negro) en “Dispositivo para domar la intemperie” nos invita a flexionar sobre los códigos establecidos por la modernidad en torno a los temas, soportes y espacios de exhibición del dibujo. A partir de un elemento básico como un plato, las imágenes del Río Negro viajan cartografiando un recorrido visual que nos interroga sobre la forma, las representaciones, los sentidos de lo utilitario, el paisaje y las relaciones que establecemos con la naturaleza. 

Desde España Alicia Palacios-Ferri con “Retorno, reconstrucción y reconocimiento del paisaje a través del proyecto fotográfico” nos lleva a pensar cómo vemos el lugar en el que crecimos. La construcción del presente parte de recuerdos del pasado y va generando imágenes para el futuro, donde lo que parecía estático y plano abre la posibilidad a un paisaje cambiante e infinito. La obra nos lleva a revisar nuestros propios espacios y a repensar su valor histórico y cultural, no solo desde lo individual sino desde lo colectivo en nuestros territorios. 

Por último, en la sección SEGUIMIENTOS invitamos al proyecto de investigación Archivo e imaginarios vivos. El cuerpo habitado que danza (CePIA 2018-2021) a reflexionar sobre su propio proceso de trabajo, revisitando sus registros y bitácoras. El artículo que aquí compartimos explora las consignas de un entrenamiento físico y sensible desarrollado por el grupo de investigadoras y bailarinas, preguntándose por la capacidad motivadora de la palabra en situación y observando las recurrencias del decir en su voluntad de describir, poetizar y generar experiencias en otros cuerpos. Viviana Fernández, Ana Castro Merlo, Florencia Stalldecker, Belén Ghioldi, Rocío Eiden y Julieta Garrone reflexionan también en un posfacio sobre los vínculos entre la pandemia y la práctica danzada, en cuanto la alteración espacial y mediada del encuentro con otros cuerpos sintientes, afectados por un contexto insólito que permite resituar la atención en la capacidad autoregenerativa del movimiento de la vida.

En esta séptima edición de la Revista ARTILUGIO se nos hace imprescindible dar valor a la urdimbre que tejen los distintos artículos, las diferentes obras, los diálogos. Un entramado que hace evidente prácticas e investigaciones artísticas movilizadas por su entorno, inquietas por la reconfiguración de los territorios sensibles e interesadas en el ejercicio presente de hacer y pensar con otrxs para la construcción del nosotrxs. En este momento colectivo en el que nos invade el dolor de la incertidumbre y las pérdidas, las prácticas artísticas aportan sus saberes colectivos, sus metodologías colaborativas, sus culturas ancestrales, sus memorias polifónicas y se disponen a reconfigurar y activar modos de estar presentes, de hacer lo común, de contagiar la conmoción.

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